lunes, 12 de octubre de 2009

Dime qué religión practicas y te diré… que eres igual que todos.

La religión también construye identidad social

“Por muy rica y compleja que sea la imagen que los individuos tienen de sí mismos en relación con el mundo físico y social que los rodea, algunos de los aspectos de esa idea son aportados por la pertenencia a ciertos grupos o
categorías sociales” (Tajfel1981). Esto es básicamente lo que afirma la Teoría de la Identidad Social.

Para entender mejor la temática hemos realizado un análisis del documental “Religulous”, un proyecto cinematográficpo que recopila una fuerte crítica hacia la institucionalización de las religiones, la falta de raciocinio en las creencias de los fieles y la extraña relación que existe entre la política y la religión.

En la búsqueda de los motivos detrás del fanatismo religioso, el productor y comediante Bill Maher logra poner al descubierto el comportamiento intergrupal, los prototipos, la despersonalización del yo, los grupos cohesionados y la discriminación grupal que existe dentro de las religiones.


Comencemos hablando sobre el comportamiento intergrupal, que se refiere a la conducta determinada por la pertenencia a un grupo en específico. En este caso: los grupos religiosos. Cada grupo religioso o cada religión tiene una identidad compartida y construida colectivamente que la diferencia del resto. Y que cumple la función de establecer patrones de comportamiento y sistemas de creencias que rigen los estilos de vida de los miembros del grupo.

Aspectos que se ven reflejados en la existencia de los diferentes documentos o libros que sirven de guía para cada religión. Como son la Biblia cristiana, el Torah, el Corán, la Biblia católica y el libro de Mormón entre otros. Libros a los cuales el documental hace referencia de manera explícita al momento de cuestionar su procedencia, sus autores, la verdadera razón de su existencia y sobre todo al momento de comparar las similitudes entre algunas de las historias.

Como por ejemplo la historia del nacimiento y vida de Jesús, que según afirma el comediante, es una historia que existió mucho años antes del nacimiento del Jesús descrito en la Biblia. Y que fácilmente aplica para a 3 o 4 personalidades religiosas de otras culturas, entre ellas Krishna de la India y Mithra de Persia.


El documental también hace referencia al concepto de “despersonalización del yo”, que se refiere al predominio de las percepciones y comportamientos designados por el grupo.
Ésta es una crítica recurrente a lo largo del documental, pues el productor y protagonista pone mucho énfasis en la falta de raciocinio por parte de los fieles que afirman creer en todo lo descrito en sus respectivos libros sagrados y en la palabra de sus dioses.
Cuando los diferentes representante de las religiones abordadas en el documental (católica, cristina, judía, etc) son abordados con preguntas que ponen en tela de juicio sus creencias, la mayoría reacciona a la defensiva afirmando que su religión es la única y verdadera.
Pareciera que las personas no tienen opiniones propias, sino opiniones colectivas y reglas impuestas provenientes de antiguos libros sagrados cuyos orígenes y contenido son dogmas de fe.

Así mismo el documental hace una crítica cultural a la discriminación grupal, que en este caso es discriminación religiosa. Aspecto que se ve reflejado en el rechazo a personas de otras religiones o como en el caso de los homosexuales, el rechazo a toda persona que tenga estilos de vida diferentes. La discriminación de los católicos y cristianos hacia los homosexuales se ve expuesta en el momento en que Maher entrevista a un homosexual que “curó su enfermedad” gracias a su acercamiento con Dios.

Maher procede a cuestionar la doble moral del entrevistado, criticando el odio que parece existir en los corazones de los supuestos “fieles” y “religiosos” hacia los homosexuales. Afirmando que no es posible predicar el amor y al mismo tiempo darse una licencia para odiar a todo el que es diferente.

Está claro que la identidad social proviene de las pautas y los insumos de los distintos grupos de referencia a los que pertenecemos.

Es por eso que los únicos que se ríen y valoran este controversial documental son todas esas personas que junto a Maher forman parte de OTRO grupo. Un grupo de personas diferentes, pero que no por ser diferentes se escapan de poseer las mismas características de identidad social que los grupos religiosos.

Al final de cuentas el documental también discrimina sarcásticamente a todas las personas que no comparten las mismas creencias que sus creadores.



Dime qué religión practicas y te diré… que eres igual que todos.